martes, julio 24, 2007

OTOÑO





Tengo mucho frío a pesar de estar en mi cama. El informe del tiempo en televisión no fue muy alentador. 3 grados bajo cero para el amanecer. Un pequeño adelanto del gélido invierno que se vendrá. Para peor, es día Lunes, el odioso comienzo de semana que no muchos aman, pero en el que todos renacen como el ave fénix (después de un merecido descanso).. el día de "las nuevas oportunidades" como decía mi viejo. El hombre más sabio y caballero que he conocido. Realmente lo extraño, al igual que a mi viejita y su exquisito Pie de Limón. Nadie lo hace como ella. Hace días que me encuentro melancólico, extrañando a mis seres queridos, el calor de mi hogar en el sur, queriendo forjar mi vida cerca de ellos, pero me ha sido imposible. Estoy a kilómetros, lejos, en una ciudad extraña, tratando de comenzar a crear mi historia como lo hicieron mis padres hace muchos años. No ha sido fácil, pero no puedo negar que he conocido otras cosas, nuevas experiencias y estilos de vida. Otras calles, otros monumentos y otros aromas. Sin comentar las frías mañanas de acá, como esta precisamente, que en algo me recuerdan a mi querido sur y que lentamente he tratado de soportar.
Salgo de mi cama. El frío es atroz. Enciendo mi pequeña estufa eléctrica, que en algo combate a la punzante temperatura de mi habitación. Me lavo, me visto y me dirijo a mi trabajo. Por suerte, cada día desayuno en la empresa, donde me he forjado una gran amistad con mis colegas y que silenciosamente me ayuda en mi soledad. El almuerzo igual lo comparto allí, contando cada uno sus anécdotas del fin de semana. No me puedo quejar, me siento muy bien cuando estoy en mi trabajo, aunque igual preferiría estar con mi gente en el sur.
Pasa el día. Salgo de la oficina, después de otra jornada laboral. La noche caerá en menos de una hora. El húmedo cemento de las calles, las hojas anaranjadas en el suelo, los viejos faroles recién encendidos y el tímido, pero heladísimo viento otoñal, me esperan afuera del edificio corporativo. Procuro protegerme bien con un viejo gorro de lana que me tejió mi abuela hace un par de años y que curiosamente combina bien con mi abrigo nuevo, además de unos guantes de cuero algo gastados que pertenecieron a mi Padre en su juventud. Debo caminar algunas cuadras para llegar al Metro y debo decir que ese trayecto, en estas condiciones, es algo tortuoso para mi. Nunca fui muy amigo de las heladas invernales. A pesar de ser sureño de tomo y lomo, me destacaba entre mis pares por ser "friolento" (Defecto heredado de mi Madre) y muchos de mis amigos se burlaban de mi cuando, siendo un día relativamente fresco, salía a jugar con un sweater porque no soportaba el frío viento de aquellas tardes cercanas a la primavera. Por el contrario, no me complica tanto la lluvia (Que es una marca registrada en mi ciudad de origen), porque cuando llueve, generalmente la temperatura es un poco más alta y por lo demás es soportable, solo te cubres bien bajo un edificio y listo. Puedo tolerarla fácilmente, e incluso en muchas ocasiones la prefiero, como en esta, aunque no tenga un paraguas a mano. El informe del tiempo en televisión no pronostico chubascos, así que tendré que luchar contra esta fría tarde. No me queda otra, la lluvia será para otra oportunidad. Además ya queda poco para llegar a la estación.

Acabo de llegar a la esquina de la avenida principal. Al frente, cruzando una burda aglomeración de vehículos y autobuses, se encuentra el parque del centro. Aquella floresta que cada día cruzo, tanto en las mañanas como en las tardes. Adornada con hermosos faroles metálicos en sus senderos, algunas bancas de madera algo deterioradas por los años y con una infinidad de hojas muertas, como cual alfombra color ladrillo, sobre los extensos prados y caminos humedecidos por el rocío pre-nocturno.

Cruzo la calle y llego a la entrada del parquecillo. La humedad es evidente, se siente en el aire, pero me agrada. No me incomoda en lo absoluto. Avanzo por aquel sendero algo mojado, hundiéndome levemente entre el fango, marcando mi trayecto a mis espaldas y buscando no deslizarme y perder el equilibrio, ya que percibo que la planta de mis zapatos se resbala tímidamente sobre aquella superficie. Incluso en algunas ocasiones debo saltar para no caerme. Ya estoy a punto de llegar a la estación que me espera algunos metros más allá. La tarde se esta apagando a cada minuto, ocultándose el sol detrás de algunas grotescas nubes grises en el cielo. Desde mi posición, veo aquel letrero luminoso tan característico de la compañía del metro, iluminado por una pequeña ampolleta en su interior y dándole la bienvenida a todos los usuarios que ingresaban indiscriminadamente sobre su portal. De hecho, cuando mi mirada se dirige hacia ese sector, descubro entre la gente, en uno de los bordes de la entrada, una pequeña figura femenina, de mirada triste, despreocupada de su entorno y liberando algunas lagrimas, las cuales se deslizan sobre sus mejillas. Debo reconocer que es una de las criaturas mas hermosas que he visto jamás y me llama la atención su tristeza. Con algo de incredulidad me acerco disimuladamente. La quedo mirando fijamente, pero sin parecer pervertido. La chiquilla se da cuenta y me devuelve la mirada algo sorprendida.

-Hola. -le digo-

-Hola. -me responde un poco asustada-

-Mira... se que no me conoces, pero.. no pude evitar notar tu tristeza. Si es que tienes tiempo, te invito a tomar un café en la esquina, para que te olvides un poco de tu sufrimiento.

La joven estuvo callada algún rato. Después de ello, me mira fijamente y acepta mi invitación como si me conociera durante muchos años. Con una tierna sonrisa abandona su posición y me acompaña a charlar, acompañados de una exquisita taza de café. Mientras camina a mi lado, se seca sus lágrimas con la manga de su abrigo. Ya no respira agitadamente. Al parecer se tomó las cosas con calma y silenciosamente se concentra en su trayecto. No cruzamos palabra alguna, como si de un mero tramite se tratara. Al final, cuando llegamos a una vieja cafetería de grandes ventanales, algunos pasos más allá de la estación del metro, nos paramos uno al frente del otro. Cortésmente le abro la puerta de vidrio y la invito a entrar al inmueble. Ella acepta gustosamente y me agradece mi gestión. Finalmente, dentro del local, nos sentamos en una pequeña mesa junto a un enorme ventanal, cubierto por una pequeña cortina de lino. Somos los únicos en el salón. El silencio es nuestro acompañante durante algunos minutos. No tengo idea de como reaccionar, de que forma comenzar una breve charla o de que palabras utilizar para romper el hielo. De hecho, ahora me pregunto de como fui capaz de acercarme tan valientemente e invitarla como si nada. Aun no me lo explico. Por otro lado, creo que ella también tiene las mismas interrogantes en su cabeza. No tengo la mayor certeza de ello, pero según como me mira y de como juguetea con sus dedos, me da la sensación de no saber que paso seguir.

Al poco rato, llega una joven, de no más de un metro sesenta, de grandes ojos negros y de una cabellera lisa y oscura que deja caer sobre sus hombros. De un pequeño delantal blanco que viste, retira de un bolsillo canguro una pequeña libreta de anotaciones. Nos pregunta sobre nuestro pedido. Mi compañera pide un capuccino, yo por mi lado deseo tomar un cortado, y es eso lo que pido. La joven se retira y desaparece detrás de un mostrador algunos metros mas allá, dejándonos otra vez solos en el local. Silentes. Observándonos el uno al otro.

Su belleza me mantiene hipnotizado. No parece una supermodelo ni nada parecido, pero sus rasgos delicados me terminan de maravillar. Su pequeña y puntiaguda nariz, sus infantiles ojos color miel y sus carnosos y rosados labios, acompañados de algunos coquetos rizos castaños cubiertos por un simple gorro estilo ruso, se complementan armónicamente, a pesar de que las huellas de la tristeza no se han borrado todavía. Calculo que debe tener alrededor de veinte años o más. Posiblemente es una estudiante universitaria, o eso parece ser. Descarto esa idea porque no le veo bolso alguno. A lo mejor le rompió el corazón algún amor pasajero. Quizás no es de acá y se encuentra perdida en la gran ciudad. No lo se. Son muchas las preguntas que me hago y que deseo consultarle, además sé que me servirán para romper el hielo, pero veo que ella se me adelanta y lo quiebra primero. Siento que desde ahora podremos charlar tranquilamente, después de un largo periodo de estudiarnos físicamente.

- Gracias por invitarme. -me dice-

- De nada.... -silencio- disculpa... ¿Como te llamas?

- Catalina.

- Muy lindo nombre... ¿Sabías que es un nombre griego y significa pureza?..

Veo una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

- Pues, parece que no es mi caso. -me responde de una forma que me parece irónica-

Me quedo callado.

- Es broma... no sabía que mi nombre significaba eso.

Dejo salir una pequeña carcajada. Mi compañera me acompaña, riéndose de sus palabras también. Siento que la atracción es mutua, a pesar de que nuestra charla no superaba en interés a las conversaciones infantiles y de que nunca nos habíamos visto. No recuerdo cuando fue la última vez que sentí esto por otra persona, pero esa sensación de encantamiento mutuo siempre es una experiencia enriquecedora y por lo demás autocomplaciente para cada una de las partes.

- ¿Como te llamas?, me pregunta.

- Andrés.

- Andrés, -me responde moviendo su cabeza - hace mucho tiempo que no me encontraba con alguien que se llamara así, tu sabes, como tu nombre se usa generalmente después del primero...

- Si... jeje, - le digo - es bastante común como segundo nombre, aunque igual se usa mucho como primer nombre... de hecho mi papá se llama así y mi abuelo se llamaba Andrés también..
Ambos sonreímos tímidamente. Continúa un rato de silencio.

- Andrés, ¿Qué haces de tu vida?.

- Trabajo en una empresa de informática. En el área de soporte. Soy Ingeniero Informático de profesión....

- Que bien. - me dice mientras pierde su mirada hacia el ventanal -

Alguien nos interrumpe sorpresivamente. Es la muchacha del café. Amablemente organiza todo sobre la mesa y deposita cada una de las tazas con su respectivo vasito de soda, un par de galletas de coco y servilletas para cada uno. Mi compañera decide beber la soda como primera instancia y posteriormente procede a degustar sus galletas. Yo me tomo las cosas con más calma, empezando por el cortado y luego alternando con la soda. Las galletas las agrego después de beber el último sorbo de mi soda. A esas alturas, mi compañera había terminado con lo suyo. Silenciosamente se levanta y me indica que irá al baño y que volverá enseguida. Mientras la veo caminar por un estrecho pasillo junto al mostrador del local, trato de imaginar sobre su vida, especulando nada más. Aún me revuelve en la cabeza la imagen de Catalina llorando junto a la entrada del metro, con su mirada distante y su semblante apagado. No creo que sea prudente preguntarle con respecto a ello y el porqué se encontraba en esa situación, pero esa escena fue la instigadora a que me acercara y la invitara a beber un capuccino. Por otro lado, ella debe pensar lo mismo y solo se encuentra expectante a que le comience a hacer preguntas. Es un riesgo que debo tomar, creo que ella me interesa, por lo menos físicamente me atrajo, y si decido continuar más allá, es necesario conocerla un poco más y porque no, si le puedo brindar mi ayuda con respecto a su tristeza, la única forma de hacerlo es saber que le pasó. Ahora acabo de terminar mi última galleta, junto con el cortado. Ya no me queda nada más que esperar a mi invitada.

martes, abril 17, 2007

POR QUE?


¿Qué es lo que esta pasando en este mundo?.




¿Estaremos cerca del fin?.




¿Realmente estamos haciendo lo correcto, o estamos realmente equivocados?.





¿Creemos que todo está bien?.












¿Realmente valdrá la pena dejar en las manos de estos lideres nuestro destino?







¿O estos otros lideres?.







Sin embargo.... solo desean más poder del que tienen......



Nos engañan con su demagogia barata, hacernos creer que son parte de nosotros y sus eternas promesas de un mundo mejor...



Siendo los titeres de los "verdaderos lideres".........






...y desgraciadamente ellos ni nadie "quieren hacer algo"...



.... solo conformarse con lo que existe.......


.....con las mentiras de los noticiarios.....


.....con el control y manejo desvirtuado de la información que nos ciega a la verdad......


.....con entregarnos una mediocre educación para que no seamos exigentes con el sistema.....


... y lo peor de todo ... es que si no hacemos algo, si no abrimos nuestros ojos y entendemos lo que realmente ocurre en el mundo, en nuestro hogar......... dejaremos que pasen muchas cosas horribles.....






Más pobreza...








Más hambre.....




Más odio......




Más violencia......


Y lo peor de todo, es que son ellos los que sufren y sufriran....








Asi que atentos, porque si no hacemos algo para cambiar al mundo... nuestra herencia sera esto....






El fin......



¿Quieres eso para tus hijos?



Yo por lo menos no.

Pero mi mayor temor es ser el único que cree eso......





lunes, abril 09, 2007

EN EL CAMPO DE BATALLA




El cielo estaba teñido de color gris. A lo lejos, el sonido de un trueno viajaba gracias al eco, retumbando los oidos de la campaña. Aquellos jovenes soldados atravesaban los escombros de la ciudad, viendo como colgaban las techumbres de las casas y escrutando los muros desarmados y acumulados junto a sus respectivos edificios. El humo aún se sentía en el aire, acompañado del olor repugnante de los cadaveres y de la sangre estancada en los charcos y los lejanos aullidos de los perros y los gritos desesperados de la batalla, erizaban los pelos a los noveles conscriptos.

Estaban solos. Perdidos entre esa desconocida ciudad. Su capitán había caido algunos dias atras y antes de morir le pidió a Montesco que se hiciera cargo. Este por su parte no se sentía capacitado para asumir el control de sus compañeros, pero como última voluntad de su superior, aceptó sin preambulos dicha responsabilidad. A algunos no les había parecido prudente dejar a cargo a un hijo de inmigrantes mexicanos, pero de igual forma aceptaron aquellas condiciones. Era preferible tener a alguien a cargo que estar caminando sin rumbo, aunque fuera un pequeño latino de poco caracter.

La noche ya estaba sobre ellos. El frío invernal penetraba hasta sacudir sus huesos y a ratos, sus estomagos se retorcian, debido a la falta de comida. Montesco, al ver estas dificultades y notar el cansancio del pelotón, decidió que pasarían la noche en las ruinas de un viejo almacen. Aquel edificio era el único que aún poseía techo y sería perfecto para evitar la inminente lluvia que caería en cosa de minutos. Un viejo contenedor de gasolina, oxidado y algo humedo, sirvió para improvisar una fogata que permitiera calentar en algo a los soldados. Algo de calor proporcionaba, porque al poco rato, cada uno se alejó en su perimetro, formando un semicirculo alrededor del barril. Solo faltaba la comida y desgraciadamente la última ración se había consumido a mediodía. Montesco envió a dos conscriptos a recorrer el perímetro y buscar algo comestible. A regañadientes, ambos soldados se levantaron de sus puestos y abandonaron el lugar, desapareciendo entre las sombras. Montesco se sentó a espaldas de una deteriorada columna de concreto, un poco alejado de la fogata. Su mirada recorrió cada centimetro del inmueble. Las sombras algo tenebrosas que caían sobre las ruinas, eran perfectamente definidas, gracias a la tenue luminosidad de las llamaradas y considerablemente alargadas y delgadas, simulando largos y articulados brazos fantasmales. Sus otros compañeros descansaban, algunos al igual que el, apoyados en alguna columna, otros descansado horizontalmente en el suelo. Cada uno buscaba su comodidad y en algunos casos era tanta que más de algun soldado dormitaba placidamente, esperando el regreso del resto. Montesco, al igual que sus conscriptos, se acomodó lo más que pudo y trató de dormir algun rato. Finalmente, un sueño profundo le hizo bajar la guardia. Logró dormir por un buen rato.

Un grito dentro de su cabeza le despertó. La oscuridad era completa. La llama se había consumido y alrededor suyo, las tinieblas y el frío sepulcral le hacían compañia. Buscó en uno de los bolsillos de su chaqueta militar, buscando una pequeña linterna. Al parecer las baterías estaban agotadas, ya que ni con golpes logró encender la lamparilla. Un viejo encendedor en su bolsillo derecho del pantalón era lo único que le dió luminosidad. Estaba solo. No habían llegado los dos exploradores. Tampoco estaba el resto de la compañia. Solo el tambor oxidado con restos de cenizas. Eso le desconcertó. Pensó que le habían abandonado por su condición de "favorito del capitán". Quizas fueron a buscar a sus compañeros. No lo sabía. Lo único que realmente tenía claro era que estaba solo. Que debía avanzar. Y tratar de llegar a su "destino".

Estaba completamente aislado. Su radio había fallado hace algunos dias y desgraciadamente uno de los exploradores tenía una. Pero de qué le serviría. No sabía nada de su campaña.

Se puso su mochila a las espaldas y emprendió su camino. No quería quedarse solo en aquel lugar. Había visto muchas cosas desde el comienzo de la guerra y sabía que andar solo en cualquier lado, sería una sentencia de muerte. Quedaba muy poco para llegar al campamento y debía emprender el rumbo más que rapido. esperaba que sus conscriptos estuvieran sanos y salvos, esperandole, como buenos soldados, aunque no estaba muy seguro de ello.

Andaba a tranco largo. Pasando sobre los montículos de tierra y los restos de chatarra de viejos autos abandonados. La oscuridad, aunque trataba de aplacar con el pequeño encendedor, era intimidante y ante la infinidad de ruidos similares a susurros y de los extraños gritos de la guerra a lo lejos, esta parecía acrecentar el miedo dentro del joven soldado. Tarde o temprano, la pequeña llamita se consumió. Montesco insistió en vano recuperar su pequeña luz, pero el gas combustible se había agotado. Ahora todo estaba teñido con el color de la noche.

Se vio obligado a disminuir su velocidad. Debía medir y calcular sus movimientos para evitar tropezarse, o peor aun, esquivar una posible caída a algun fozo, teniendo en cuenta la excesiva existencia de estos en toda la región, gracias a las constantes batallas. No paro en ningun momento a descansar. Parecia que llevaba horas caminando y que no hubiera avanzado nada, pero en realidad habia dejado un buen trecho a sus espaldas, pero no tenía la posibilidad de confirmar eso. Más de alguna vez perdió el equilibrio, debido a las imperfecciones del camino y con alguna dificultad se logro poner de pie, pero esos pequeños incidentes solo le hacian perder tiempo y lograban que se desesperara y buscara terminar luego con su travesía.

No supo cuanto tiempo pasó, ni cuanto camino había recorrido, pero ante el y despues de un largo rato, emergió entre las sombras una gigantesca silueta parecida a una casa. Aquella enorme sombra sin una textura reconocible, interrumpía el viaje de Montesco a su base. La enorme embergadura de la casona intimidó al conscripto, el cual pensó en la posibilidad de que estuviera en posesión del enemigo y lo peor de todo eso, era que se encontraba solo y que se podría convertir en un blanco fácil. Trató de acercarse en completo silencio, arrastrandose sobre el accidentado terreno, con la esperanza de lograr vislumbrar entre las tinieblas algun camino alternativo sin la necesidad de acercarse mucho al inmueble. Al arrastrarse, sentía a las piedras, botellas quebradas y tablas, entre otros objetos, como rozaban su pecho y sus hombros, a pesar de estar protegido por un chaleco antibalas. Era una sensación incomodísima, pero estaba acostumbrado a esas eventualidades, ya que fueron muchas las veces que se enfrentó a cosas aun más desagradables que esa y lo único en lo que pensaba era en su objetivo. Cada paso dado era tiempo invertido en su trayecto. Ya se encontraría descansando en una camilla, dentro de su carpa, y con un poco de suerte, bebiendo un buen café para aplacar el frio. Esa escena le motivaba a sufrir algunas penurias, penurias que pasarian al olvido llegando a su refugio.

Repentinamente, no pudo continuar. Algo o alguien le agarraba de su cinturón. Con sorpresa se encontró enganchado a un tubo metálico sobresaliendo del terreno, el cual extrañamente se acomodó a la altura de su ombligo. Su desesperación y poca paciencia hicieron que sus movimientos fueran torpes y sin lógica, sin siquiera en considerar la posibilidad de soltar su correa, lo cual hubiera sido la solución más obvia, pero el temor a estar cerca de aquella casa y que estuviera habitada por el enemigo, encegueció su mente, nublando sus ideas. Sin dejar de lado el hecho de que estuviera haciendo más ruido del que debía hacer.




Y fue ese ruido el que le delato. Logró zafarse de su cautiverio, pero a cambio de eso, el enemigo agolpado dentro del viejo caseron se precipitó por la puerta con una violencia que les caracterizaba por sobre el resto. Montesco estaba paralizado. Sabía la ferocidad del enemigo y que era un grave error enfrentarlos sin una numerosa compañia.




A pesar de estar en contra ante una interminable fila de individuos que aparecian tras el oscuro marco de la puerta, apuntó su fusil hacia el gentío, descargando toda su furia hacia ellos. No sabía si disponía de más municiones ni cuanto le quedaría en su arma, pero con toda su rabia y miedo contenido, disparó a todas direcciones frente a el, buscando impactar a sus enemigos y a la vez aturdir al resto para poder huir. Sin embargo y sin siquiera percatarse en su momento, vio como le cerraban el paso a su alrededor. Cuando Montesco se dió cuenta que estaba perdido, su corazón se aceleró con terror. Recordó a su familia en la vieja parcela costera donde creció y de como su querida madre le tejía unos hermosos chalecos para el invierno. Recordó su primer beso y de como palpitó su corazón aquella tarde. El día que terminó sus estudios y de aquella increible fiesta de despedida y el día que nació su hermanita menor en aquel antiguo hospital. Muchas escenas se le vinieron a la mente. Todas agradables. Todas truncadas por la guerra, una guerra que nunca quedo clara como empezó, pero que lentamente exterminaba a la raza humana. Lo peor era que esas "criaturas" heredarían todo y vagarían errantes sobre aquella tierra inerte. Era cosa de tiempo, pero en el caso de Montesco, su fin había llegado.




Disparó hasta que no tubo balas. No tenía donde escapar. Ahora sabría lo que sintieron sus seres queridos al morir.




"Malditos zombies"..... fue lo último que pensó. Un hachazo en su frente apagó su vida.

domingo, noviembre 05, 2006

EL GRAN DANES


SE AVISA DE ANTEMANO QUE ESTE RELATO ES EXCLUSIVAMENTE PARA ADULTOS
Mcintosh seguía despierto, detras de la puerta. Sus manos sudaban friamente, escrutando cada detalle, cada ruido que se sintiera fuera del armario. Mcintosh podia verlo todo desde su posición. Las rendijas separadas por algo de un centimetro, una de la otra, eran un espacio suficiente para lograr observar el resto de la habitación. Lo mejor de todo era que su esposa no tenía idea que estaba el, al contrario, pensaba que la soledad de la casa callaría los constatntes pecados que cometia a escondidas de su marido.
Mcintosh se frotó las manos cuando vió a su mujer arrodillarse con sus nalgas al aire, esperando que "alguien" hiciera lo suyo. Apoyaba su barbilla y sus brazos sobre la cama, manteniendo su trasero parado, desnudo, ofreciendo su sexo al mejor postor, postor que Mcintosh creia saber quien era, pero sabia que la verdad seria muy chocante, sobre todo cuando verificara sus sospechas.
Al cabo de un minuto, un gran danes apareció tras la puerta, enseñando sin pudor como su miembro, rojo, grueso y de casi treinta centimetros, colgaba de su entrepierna, esperando penetrar el interior de su dueña, la cual rosaba su clitoris con la yema de sus dedos. Mcintosh no sabia que pensar, ni mucho menos como reaccionar, cuando en cosa de segundos, el falo canino de su mascota invadió sin verguenza y hasta lo mas profundo, la caverna carnal de su esposa, la cual soltó un gemido de placer que nunca habia escuchado cuando el le hacia el amor.
Su corazón palpitaba a mil, raramente excitado, viendo como su mujer gemia como una verdadera "puta", pidiendole a su perro que se moviera mas rapido y que eyaculara sin asco dentro de ella. No aguantó mas y sin medir las concecuencias, el hombre abrió las puertas del armario e interrumpió aquella escena de sexo bizarro. Su mujer no supo que hacer.
- Me puedo unir??
Su esposa asintió con la cabeza. Al minuto, ella yacia haciendole una mamada espectacular mientras el perro continuaba con su labor. Al poco rato, Mcintosh levantó a su señora y la acomodo en la cama para que subiera encima de el y sin asco, penetrarla vaginalmente mientras su mascota y con la ayuda de la saliba y de los dedos de la "dama", hacia lo suyo por aquel culo que tantas veces Mcintosh habia penetrado. Fue el primer "trio" que realizó la pareja, aunque no fue el ultimo...

domingo, octubre 08, 2006

POEMA INUTIL 3

Hace bastante calor
A pesar de estar nublado
Estoy completamente mojado
A pesar de haberme secado
Este dia ha sido como el culo
Pienso, a punto de dormir
¿Que pasa?, me pregunto
No distingo una cosa de la otra
¿Seran las drogas?, no creo, porque no me drogo
¿Sera el copete?, tampoco, porque no bebo
Simplemente, estoy loco señores
No encuentro otra respuesta
Pero, algo pasa
Lo peor, es que no se que pasa

domingo, octubre 01, 2006

POEMA INUTIL 2

Jjjajjjaajaajjajajajjajjajaajjjajjajajajajajajjajajajajaajjjjjaaaajjjajajajjjjajajjajajaa
Jjjajjjaajaajjajajajjajjajaajjjajjajajajajajajjajajajajaajjjjjaaaajjjajajajjjjajajjajajaa
Jjjejjjeejeejjejejejjejjejeejjjejjejejejejejejjejejejejeejjjjjeeeejjjejejejjjjejejjejejee
Jjjejjjeejeejjejejejjejjejeejjjejjejejejejejejjejejejejeejjjjjeeeejjjejejejjjjejejjejejee
Jjjijjjiijiijjijijijjijjijiijjjijjijijijijijijjijijijijiijjjjjiiiijjjijijijjjjijijjijijii
Jjjijjjiijiijjijijijjijjijiijjjijjijijijijijijjijijijijiijjjjjiiiijjjijijijjjjijijjijijii
Jjjojjjoojoojjojojojjojjojoojjjojjojojojojojojjojojojojoojjjjjoooojjjojojojjjjojojjojojoo
Jjjojjjoojoojjojojojjojjojoojjjojjojojojojojojjojojojojoojjjjjoooojjjojojojjjjojojjojojoo
Jjjujjjuujuujjujujujjujjujuujjjujjujujujujujujjujujujujuujjjjjuuuujjjujujujjjjujujjujujuu
Jjjujjjuujuujjujujujjujjujuujjjujjujujujujujujjujujujujuujjjjjuuuujjjujujujjjjujujjujujuu

jueves, septiembre 14, 2006

POEMA INUTIL 1

Fritos de pescado.
Fritos para el panadero.
Fritos de pescado.
Fritos para el carnicero.
Toma y mira mi talon.
Sangra con tu dolor.
Toma mi pantalon.
Siente mi dolor.
Que estupidez veo en el mundo.
Aburrimiento y pavor.
No tienen sentido mis palabras.
Solo verguenza al hedor.

lunes, mayo 22, 2006

PENSAMIENTO




Estoy levitando, no siento mis pies, creo que llegue al nirvana, creo que Alá tuvo razón. Es increible esta sensación, la sensación de romper el plano espiritual, ser un ente divino, grandioso, gracioso, ser un tipo supremo, ser un dios, creo ser sobrenatural, magnifico, superavit, maestro, lógico, dios.
Es increible esta sensación espiritual, magnánima, suplente, lógica, espectacular, diosa grandiosa, no puede ser esta sensación tan increible, irreal. La droga me tiene en otro nivel. No lo puedo creer, en un nivel espiritual, cuático, imaginario, tríptico.
Espero que mi mente me lleve a otro plano, a un plano fuera de este mundo, fuera de esta realidad, donde los dioses lleguen a tocar mi piel, donde los grandes sabios rspondan mis inquietudes, donde mi hembra satisfaga mis necesidades sexuales, no lo se, creo que todo esta escrito, todo nace por algo, todo se crea por el futuro.

sábado, enero 28, 2006

FIESTA EN CASA


Suena el murmullo de la gente en el salón, los susurros de los hombres ya tocados por el alcohol y las mujeres excitadas por el humo del cigarrillo. La habitación esta toda saturada por los distintos olores corporales de los invitados y por las inagotables tonadas norteñas que suenan en la radio. En este ambiente me estoy desenvolviendo ahora, una fiesta de campo, una reunion social para darme a conocer con mis nuevos vecinos. Hasta el momento estoy siendo probado por ellos, para ver si me aceptan y me dejan entrar a su circulo. Me interesa mucho ser aceptado para seguir escalando socialmente y olvidarme de mi pasado. Lo bueno es que ellos no conocen ese lado mio, esa cara que quiero dejar atras y que con mucho esfuerzo me he preocupado de desplazar de mi vida, y eso me tranquiliza, el saber que tengo una segunda oprtunidad y que no quiero desaprovechar.

Hay mucha gente en mi casa. Esta el vecino Cordova, un doctor que trata los males del colon y que fue el primero en acercarse a mi casa y presentarse, tiene una mujer que es una diosa, es un poco menor que el, pero tiene un cuerpo que una chica de quince se lo envidiaria. Derrepente hago "cambio de luces" con ella, en realidad solo miradas. Creo que sabe que me gusta y eso me excita un poco. El doctor es muy culto y simpatico, me pregunto sobre mis hobbies y yo le dije que siempre me ha interesado el golf, el segundo dia ya estaba jugando con el. Por otro lado tenemos al señor Castillo, un acaudalado empresario automotriz que vive solo. Me da la impresion que es gay por la forma en como me mira cuando estoy en mi piscina. En realidad poco me importa, porque solo quiero servirme a la esposa de Cordova y ya estoy en proceso de hacerlo. Tambien tenemos a Hamilton, dueño de una gran cadena de farmacias a nivel nacional, el cual es fanatico de los barcos a escala. De hecho para esta celebración me regalo una replica de un antiguo barco ingles de la epoca victoriana y me invito para el verano a un pequeño viaje en uno de sus yates. Otras vecinas son las hermanas Santander, las cuales solo viven de una antigua herencia familiar en un gran caseron a media cuadra de aqui. A pesar de lo viejas que son, han estado coqueteando con varios jovencitos de la fiesta. De hecho se fueron hace rato con tres jovenes bien apuestos. No me quiero ni imaginar que fueron a hacer a sus casas, pero cartas no fueron a jugar, y para terminar con los invitados más importantes tenemos a Luis Cohen, segun los comentarios de algunos vecinos, este tipo es traficante. Lo unico que se es que se dedica al negocio de los bienes raices y que practica el reiki, ademas de criar a sus once basset hounds. El resto son algunos paracaidistas, amigos de los vecinos y familiares varios de ellos. Por parte mia, soy el unico representante de mi linaje, el cual deje hace muchos años atras por causas de la vida.

Esta muy buena esta fiesta, el ambiente esta bastante acalorado y eso ha permitido que algunas señoritas se retiren algunas prendas. La esposa de Cordova luce una hermosa blusa transparente, la cual permite visualizar sus pechos. Puedo ver con claridad esos pezones duros que se traslucen sensualmente y que me llaman a acercarme a ella. Cordova no le acompaña, al parecer esta sola. Me acerco, le susurro algo al oido y posteriormente me mira a los ojos. Acto seguido, la tomo de la mano y nos alejamos del gentío. LLegamos a una habitación donde guardo todas las herramientas de jardineria y que esta detras de la cocina. Dentro de esta el aire es más fresco y humedo que adentro, el piso esta cementado y sin imperfecciones. Las ventanas estan cubiertas con algunos trapos viejos y la oscuridad de aquel habitaculo esta pincelada por los rayos de luna que entran libremente por entre las cortinas. Escucho latir el corazón de mi compañera, percibo que su respiración se agita cada vez mas y puedo sentir como su mano aprieta delicadamente mis genitales. El momento es el propicio, ahora siento que la voy a hacer mia. Todos esos sueños humedos que tuve con ella se van a hacer realidad, poder sentir su cuerpo presionarse con mi cuerpo, sentir sus caderas apretandome a cada movimiento, poder tocar sus partes más intimas y sentir el aroma de su carne. Sabia que ella por fin habia accedido a mis indirectas, esas sonrisitas bobas que detras tenian otro significado y que esa noche seria solo para nosotros.

Empece a besar sus pechos y a mordisquearlos. Senti cuando sus manos tironeaban levemente mis cabellos a cada succion que le propinaba. Eso me excitaba mucho y una serie de escalofrios recorria mi columna. Lentamente y sin dejar de jugar con sus senos, procedi a tocar sus nalgas bajo el vestido. Me parecia excitante recorrer su trasero con la yema de mis dedos desde el fin de su espada hasta el comienzo de sus piernas, ya que podia sentir el bulto que se formaba gracias a la musculatura bien trabajada de su culo y a ratos apretaba fuertemente con mis manos sus caderas, sintiendo como su cintura se movia de un lado para otro . Mi miembro ya estaba completamente afuera y ya la hermosa mujer deslizaba su mano sobre mi prepucio, jugando con mis grados de excitacion y probocando que me excitara cada vez más.

Decidi jugarmela de una vez por todas y dar el siguiente paso. Deslice mis manos por debajo de su ropa interior para poder jugar con sus labios, que me imaginaba lo humedos que debian estar, pero nunca pense encontrarme con otra cosa que no fuera esa. Mis manos toparon con un bulto de carne cerca de la zona de su perineo. La primera sensación que tuve fue de asco y de asombro, no podia creer lo que estaba pasando y peor aun, con solo imaginar lo que habia hecho con mi boca y mis manos, me avergonzaba y me provocaba nauseas. Frente mio, pude observar por sobre la oscuridad como aquella "mujer" sacaba de entre sus piernas un pene flacido, al cual acariciaba con sus dedos sobre la base de su glande y que lentamente se erectaba. La cara de excitacion de la mujer no habia cambiado desde que habiamos comenzado nuestro juego, pero mi percepcion hacia ese momento habia cambiado radicalmente en cosa de segundos. La multitud de fantasias nocturnas con aquel cuerpo desnudo entregandose a mi habian quedado en el olvido. La unica imagen que quedo en mi retina fue la de esa mujer masturbandose delante mio, tocando su pene y pidiendo que la satisfaciera. Por mi parte, las nauseas me ganaron y me arrodille avergonzado. Lo ultimo que recuerdo de aquella noche fue como mi garganta se dilato y dejo salir una rafaga de vomito que finalmente me desplomo.

martes, noviembre 22, 2005

MADRE LUNA


- ¿Que haces, Anastassia?.
- Contemplo a la Madre Luna, cual serena yace en los cielos.
- ¿Que está haciendo ella?.
- Esta danzando en el firmamento. Libre como las hojas de los arboles en otoño, luminosa como el resplandor de las luciernagas en una noche de verano, majestuosa como las delicadas esmeraldas de los ojos de mi madre. Esta presentandose ante el mundo, como cual doncella vestida de blanco ante una corte real.
- Que hermosas son tus palabras, Anastassia. Ahora dime, ¿Que quieres hacer con ella?.
- Quiero recorrer su cuerpo desnudo, caminar sobre sus delicadas planicies, dibujar grandes extensiones de flores con mi lapiz y regarlas con mis lagrimas que caen por culpa de mis pecados.
- ¿Porque sigues llorando?, ¿No te da alegría ver a la Madre Luna cuidandote desde lo alto, a pesar de tus errores?.
- Si, y por eso lloro, porque sé que ella me viene a liberar de mi sufrimiento. Ha llegado a salvarme de las calamidades que he pasado por mi culpa. Ella quiere alejarme de este mundo, en el cual solo he sufrido desde mi nacimiento. Viene a protegerme y a cuidarme de todos, llevandome junto con ella, y por solo una cosa a cambio.
- ¿Que cosa es esa que te pidió?.
- Ella escuchó que me gustaría pintarla con mi lapiz. Dibujar sus planicies delicadamente y decorarla con númerosas figuras multiformes para darle un toque diferente ante la mirada de los hombres. Ella desea romper con los cientos de centurias que han pasado por sobre su superficie y que han carcomido la juventud que ostentaba hace milenios. Desea rejuvenecer gracias a mi talento, y eso es más que suficiente a cambio de ayudarme.
- Es tu gran oportunidad de salir de esto, Anastassia. La madre Luna entiende tu dolor y por eso te ofrece esta posibilidad.
- Antes de comenzar a trazar sobre tus tundras, querida Madre, te ofrezco con mi mano en alto la herramienta que utilizare para embellecer tus horizontes. Pido que bendigas con tu luminosidad y sabiduria milenaria, aquel lapiz dorado que contemplas desde tu trono y que estoy sosteniendo en alto. Dame el talento necesario para remarcar tus continentes y destacar tus oceanos con multiples colores. Dame por algun momento la genialidad de los grandes sabios y genios de la humanidad, quienes con su visión e inteligencia nos bañaron de conocimiento y permitieron nuestra evolución cultural durante siglos. Dame todo tu cariño y bondad, el cual permitirá que culmine con tus designios. Lo que me has pedido, para mi es la ley y con tu ayuda lo voy a cumplir.
- Veo como la Madre Luna, Anastassia, te responde desde arriba. Veo que la bendición que tanto esperabas ha llegado. Veo que ahora es tu momento.
- Si. Como tu lo dices. Es mi momento.... . Gracias por tu bendición, Madre Luna.

UN DIA CUALQUIERA 2



Aqui estoy sociates, viendo como mi porqueria de blog tiene menos visitas que Pinochet en el hospital. Bueno, hace rato no he escrito nada por razones de tiempo, pero por ahi tengo una pequeña inspiración, aunque les advierto.... solo quiero escribir, nada de realizar historias con contenido (por lo menos en esta oportunidad), es una especie de experimento que quiero hacer... bueno. ojala entiendan la historia, porque ni yo siquiera se como va a terminar. Chaussss.

jueves, octubre 06, 2005

UN DIA CUALQUIERA



Aca me encuentro en mi trabajo... aburrido. Aunque contento porque pude publicar mi primer cuento (por si se olvidaron, se llama EL ANGEL). Lo mas simpatico es que lo escribi un dia en el trabajo, aburrido para variar, pero por fin pude escribir algo.
De hecho espero pronto publicar otro cuento, pero ahora estoy muy ocupado y cuando sea el momento, ya sabran de mi.
Bueno, como es un dia cualquiera, hay que hacer lo de un dia cualquiera. Trabajar y aguantar a mi "jefecito"(......). Hasta la próxima.

Les invito a leer el angel, chau.

jueves, septiembre 29, 2005

EL ANGEL



-Dejameeeee...mierdaaa!!!. - Saul gritaba entre asustado y encolerizado desde el suelo -
Su atacante seguía pateando sus costillas violentamente y Saul sentía una puñalada a cada puntapié recibido. El dolor era tan terrible que a ratos le enceguecía. La victima, de alrededor de unos cuarenta años y más aun no entendía porque estaba recibiendo semejante golpiza. Su conciencia le decía que tratara de salir de ahí como sea, viendo que la vía diplomatica no habia conseguido resultados.
De pronto, y ante el descuido de un par de segundos de su atacante, el hombre se paro como pudo y con algo de dificultad empezo a correr. Alcanzó a alejarse algunos metros antes de que su victimario le sujetara de un hombro y le propinara un certero puñetazo en la nuca. Al caer pesadamente, rebotó su cabeza en la corniza y por alguna rafaga de tiempo perdió la conciencia.
Al recobrarse, su cuerpo estaba completamente dormido por la cantidad de golpes recibidos y pudo percatarse con horror de que su brazo izquierdo estaba fuera de su posición. No recordaba en que momento se había fracturado, pero tal descubrimiento le desconcertó. Como por instinto, se tomo con su otra mano el colgajo del brazo y se dió vuelta para proteger su extremidad lesionada.
Estando con su cara practicamente pegada al pavimento, pudo escuchar un ruido sordo desde las entrañas de la tierra. Dicho golpeteo crecia y se multiplicaba rapidamente hasta convertirse en pisadas. Cuando pudo reconocer de donde provenian los pasos, ante sus ojos una turba de no más de diez personas se acercaba a gran velocidad a espaldas de su castigador. Por lo aturdido que se encontraba, no podia distinguir si es que aquel grupo venía en tono amenazador o si buscaban terminar con su sufrimiento. Las respuestas llegaron al contemplar ante el al conjunto de recien llegados.
Desde las entrañas de la pila de gente emergió un hombre de mediana estatura y de parpados caidos. Con gran atención escrutaba desde su posición al demacrado y desangrado sujeto, el cual con su mirada pedía la compasión de su observador. Este no emitió respuesta alguna. Saul se acercó arrastrandose a sujetar los tobillos del hombre, pero este al darse cuenta de las intenciones del destrozado tipejo, se alejó un par de pasos y con una debil sacudida de su pie se liberó de su sucia y aminorada mano.
Saul ya no aguantaba más. Al sentir el frio rechazo de la otra persona, agachó su cabeza y rompió en llanto. El sujeto al ver como sufria el hombre en el suelo, se puso en cunclillas y se acercó para hablarle algo al oido. A ultimo momento se arrepintió y solo se dedicó a contemplarle desde aquella distancia. Por lo cerca que estaba, podía escuchar los sollozos que se ahogaban con las lagrimas que penetraban por la garganta de Saul y por algun momento se mantuvo en trance, mirando a esa criatura reducida y bastante destruida fisica y mentalmente. Por casi un minuto todos se mantuvieron en silencio. Solo se dedicaron a escuchar el doloroso desahogo del demacrado personaje.
De pronto, el silencio fue quebrado por unas palabras entre cortadas.
- Porque.... porqueeeeeee..... - gritó Saul -
El hombre ante el, le respondió.
- Tu eres el único culpable de lo que te pasa. - dijo friamente - Te dije que ibas a pagar con tu vida.
Saul soltó un pequeño suspiro y prosiguió.
- Mire... Don Manuel. Todo lo que hice, no fué gratuito.... - hubo un silencio - tenía conciencia que este mundo no iba a comprender lo que siento, la gente como usted no entiende lo que es amar.... - tosió - pero quiero que sepa que en ningun momento quise dañarla... por que mi amor y devocion hacia ella supera el amor que le tengo a mi propia vida.... . Ella, cuando la vi por primera vez, me tendió una mano cuando me sentía muy solo en este mundo. Ella me entregó lo más valioso que podia dar, su amor incondicional. Yo lo único que le pido es que me entienda, que deje de ver con los ojos cerrados y que de una vez por todas vea nuestra relación con un horizonte más amplio. Yo todo lo que hice fue por amor, por el amor que le tengo a su hija.... y quiero que sepa que si tengo que dar mi vida, la dare con gusto, por que la amo, y siempre la amaré, aunque usted se oponga.
Cuando Saul terminó de decir su última palabra, hubo un silencio sepulcral. Las palabras emitidas por el agonizante sujeto habían provocado el mayor de los silencios en la concurrencia y por su parte, el ofendido padre, vio como su semblante se desmoronaba y la tristeza le invadia. Como si se tratara de un niño en busca de su madre, Don Manuel comenzó a llorar.
Saul, quien habia sido torturado en cuerpo y alma, veia con asombro la reacción del padre de su amada. Pensó por un momento en que el menudo y en algun momento enfurecido hombre habia recapacitado, y que sus palabras le habia ablandado en lo más profundo de su corazón.
Pero que engañosas eran las palabras de su conciencia. Ya que al pasar algo de cinco minutos, vió como la furia incontrolable de la persona que le habia enjuiciado por el solo hecho de enamorarse de su retoño, se avalanzaba sobre su humanidad con una rabia que jamas habia visto. Manuel pateo el craneo de Saul hasta el cansancio, mientras gritaba a los cuatro vientos que era un enfermo y un desquiciado. Estas palabras fueron las mas suaves que alcanzó a escuchar su victima antes de dejar de existir.
Cuando Manuel se habia sacado toda la rabia de su interior, lo unico que quedó de Saul fue su craneo partido en el pavimento. Sus botas estaban ensangrentadas y con algo de frialdad se acercó a un pequeño antejardin junto a la vereda donde raspó su bota en el pasto para quitarse un resto de masa encefálica. Nadie le apuntó con el dedo o le increpó por el asesinato. Por el contrario, tal cual como habian llegado, dejaron el lugar en grupo, incorporandoseles el individuo que habia golpeado primero a Saul, el cual era el hijo mayor de Manuel. El cadaver de Saul quedó tirado en la calle como si de un perro se tratara.
Pasaron algunos dias desde el homicidio. La policia increiblemente no habia encontrado las pistas suficientes para inculpar a alguien y por lo mismo el caso quedo pendiente hasta un nuevo aviso. Por otro lado, Don Manuel y su hijo estaban pendientes de otra cosa y les daba lo mismo todo lo concerniente a los asuntos judiciales. El resto de los testigos de la brutal golpiza le prestaron todo su apoyo a los asesinos y les prometieron no hablar de lo sucedido a nadie. En otras palabras, este hecho quedaría en el aire y el pobre diablo que habia muerto, no le corresponderia a nadie reclamarlo.
El asunto que desviaba la atencion de padre e hijo de los eventos ya acontecidos era la pérdida de un ser querido, el sensible fallecimiento de justamente la otra protagonista de esta historia de amor, su pequeña hija Lucia.
Ella estuvo casi diez dias agonizando en el hospital. Los doctores, faltando algo de tres dias de su fallecimiento, le habian informado a la familia que era cosa de tiempo para su desceso. Como se suponia, esta noticia fue un verdadero golpe para sus familiares, que con esto veian que su preciosa hija les dejaba.
El dia de los funerales la lluvia se dejo caer con mucha violencia. Era como si desde los cielos lloraran su partida y le rindieran tributo con su llanto celestial, presentandole sus respetos a los desafortunados parientes. Dentro de la pequeña iglesia de madera, ya no habia espacio para la cantidad de personas que fueron a acompañar a la familia de la desafortunada. Junto al altar, sobre una mesa metalica especialmente puesta para la ocasión, estaba el pequeño ataud de roble. Don Manuel y su señora esposa se encontraban abrazados contemplando por sobre el vidrio el pequeño cuerpecito de su hijita. Dentro del sarcofago, habia una niña de no menos de cinco años, abrazada a su osito de felpa favorito y vestida con un vestido blanco. Por la mente de Manuel se dislumbro aquel fatal dia que supo lo peor, cuando le informaron que su pequeña niña estaba hospitalizada por una hemorragia interna, producto de lo deteriorado de sus organos genitales y de sus intestinos. Habia sido violada. Lo más increible era que el supuesto culpable la habia llevado al hospital para pedir auxilio. habia pedido que salvaran a "su angel".

martes, agosto 23, 2005

BIENVENIDO A MI MUNDO


"Aunque se que soy un pajarito nuevo en esto, les doy la bienvenida a mi universo compuesto por miles de fragmentos de mi mente y de los mas extraños recuerdos pertenecientes a otros seres, habitantes de otros planos y realidades. Dentro de este blog les ofrecere cada cierto tiempo, relatos proyectados por mi imaginacion. Muchas historias y leyendas de otros mundos y dimensiones que iran poblando de a poco este sitio para su propio deleite y lo mas importante, poder mostrar mi arte, que espero puedan disfrutar. Sean todos bienvenidos a mi mundo".

Hola, me llamo Cristián y les doy la bienvenida a mi blog, donde la idea principal es publicar mis cuentos, que poco a poco ire subiendo para que puedan leerlos y opinar sobre ellos, darme a conocer con mi arte y difundirla, y espero que este medio me sea de gran utilidad.

Ademas de eso, ire opinando sobre diversos temas, sean del tipo o contenido que sea y cada cierto tiempo respondere con mucho gusto a sus sugerencias. De antemano les agradezco por entrar a mi blog y espero que pueda seguir con esto por mucho tiempo mas.

ATTE

Cristian