sábado, enero 28, 2006

FIESTA EN CASA


Suena el murmullo de la gente en el salón, los susurros de los hombres ya tocados por el alcohol y las mujeres excitadas por el humo del cigarrillo. La habitación esta toda saturada por los distintos olores corporales de los invitados y por las inagotables tonadas norteñas que suenan en la radio. En este ambiente me estoy desenvolviendo ahora, una fiesta de campo, una reunion social para darme a conocer con mis nuevos vecinos. Hasta el momento estoy siendo probado por ellos, para ver si me aceptan y me dejan entrar a su circulo. Me interesa mucho ser aceptado para seguir escalando socialmente y olvidarme de mi pasado. Lo bueno es que ellos no conocen ese lado mio, esa cara que quiero dejar atras y que con mucho esfuerzo me he preocupado de desplazar de mi vida, y eso me tranquiliza, el saber que tengo una segunda oprtunidad y que no quiero desaprovechar.

Hay mucha gente en mi casa. Esta el vecino Cordova, un doctor que trata los males del colon y que fue el primero en acercarse a mi casa y presentarse, tiene una mujer que es una diosa, es un poco menor que el, pero tiene un cuerpo que una chica de quince se lo envidiaria. Derrepente hago "cambio de luces" con ella, en realidad solo miradas. Creo que sabe que me gusta y eso me excita un poco. El doctor es muy culto y simpatico, me pregunto sobre mis hobbies y yo le dije que siempre me ha interesado el golf, el segundo dia ya estaba jugando con el. Por otro lado tenemos al señor Castillo, un acaudalado empresario automotriz que vive solo. Me da la impresion que es gay por la forma en como me mira cuando estoy en mi piscina. En realidad poco me importa, porque solo quiero servirme a la esposa de Cordova y ya estoy en proceso de hacerlo. Tambien tenemos a Hamilton, dueño de una gran cadena de farmacias a nivel nacional, el cual es fanatico de los barcos a escala. De hecho para esta celebración me regalo una replica de un antiguo barco ingles de la epoca victoriana y me invito para el verano a un pequeño viaje en uno de sus yates. Otras vecinas son las hermanas Santander, las cuales solo viven de una antigua herencia familiar en un gran caseron a media cuadra de aqui. A pesar de lo viejas que son, han estado coqueteando con varios jovencitos de la fiesta. De hecho se fueron hace rato con tres jovenes bien apuestos. No me quiero ni imaginar que fueron a hacer a sus casas, pero cartas no fueron a jugar, y para terminar con los invitados más importantes tenemos a Luis Cohen, segun los comentarios de algunos vecinos, este tipo es traficante. Lo unico que se es que se dedica al negocio de los bienes raices y que practica el reiki, ademas de criar a sus once basset hounds. El resto son algunos paracaidistas, amigos de los vecinos y familiares varios de ellos. Por parte mia, soy el unico representante de mi linaje, el cual deje hace muchos años atras por causas de la vida.

Esta muy buena esta fiesta, el ambiente esta bastante acalorado y eso ha permitido que algunas señoritas se retiren algunas prendas. La esposa de Cordova luce una hermosa blusa transparente, la cual permite visualizar sus pechos. Puedo ver con claridad esos pezones duros que se traslucen sensualmente y que me llaman a acercarme a ella. Cordova no le acompaña, al parecer esta sola. Me acerco, le susurro algo al oido y posteriormente me mira a los ojos. Acto seguido, la tomo de la mano y nos alejamos del gentío. LLegamos a una habitación donde guardo todas las herramientas de jardineria y que esta detras de la cocina. Dentro de esta el aire es más fresco y humedo que adentro, el piso esta cementado y sin imperfecciones. Las ventanas estan cubiertas con algunos trapos viejos y la oscuridad de aquel habitaculo esta pincelada por los rayos de luna que entran libremente por entre las cortinas. Escucho latir el corazón de mi compañera, percibo que su respiración se agita cada vez mas y puedo sentir como su mano aprieta delicadamente mis genitales. El momento es el propicio, ahora siento que la voy a hacer mia. Todos esos sueños humedos que tuve con ella se van a hacer realidad, poder sentir su cuerpo presionarse con mi cuerpo, sentir sus caderas apretandome a cada movimiento, poder tocar sus partes más intimas y sentir el aroma de su carne. Sabia que ella por fin habia accedido a mis indirectas, esas sonrisitas bobas que detras tenian otro significado y que esa noche seria solo para nosotros.

Empece a besar sus pechos y a mordisquearlos. Senti cuando sus manos tironeaban levemente mis cabellos a cada succion que le propinaba. Eso me excitaba mucho y una serie de escalofrios recorria mi columna. Lentamente y sin dejar de jugar con sus senos, procedi a tocar sus nalgas bajo el vestido. Me parecia excitante recorrer su trasero con la yema de mis dedos desde el fin de su espada hasta el comienzo de sus piernas, ya que podia sentir el bulto que se formaba gracias a la musculatura bien trabajada de su culo y a ratos apretaba fuertemente con mis manos sus caderas, sintiendo como su cintura se movia de un lado para otro . Mi miembro ya estaba completamente afuera y ya la hermosa mujer deslizaba su mano sobre mi prepucio, jugando con mis grados de excitacion y probocando que me excitara cada vez más.

Decidi jugarmela de una vez por todas y dar el siguiente paso. Deslice mis manos por debajo de su ropa interior para poder jugar con sus labios, que me imaginaba lo humedos que debian estar, pero nunca pense encontrarme con otra cosa que no fuera esa. Mis manos toparon con un bulto de carne cerca de la zona de su perineo. La primera sensación que tuve fue de asco y de asombro, no podia creer lo que estaba pasando y peor aun, con solo imaginar lo que habia hecho con mi boca y mis manos, me avergonzaba y me provocaba nauseas. Frente mio, pude observar por sobre la oscuridad como aquella "mujer" sacaba de entre sus piernas un pene flacido, al cual acariciaba con sus dedos sobre la base de su glande y que lentamente se erectaba. La cara de excitacion de la mujer no habia cambiado desde que habiamos comenzado nuestro juego, pero mi percepcion hacia ese momento habia cambiado radicalmente en cosa de segundos. La multitud de fantasias nocturnas con aquel cuerpo desnudo entregandose a mi habian quedado en el olvido. La unica imagen que quedo en mi retina fue la de esa mujer masturbandose delante mio, tocando su pene y pidiendo que la satisfaciera. Por mi parte, las nauseas me ganaron y me arrodille avergonzado. Lo ultimo que recuerdo de aquella noche fue como mi garganta se dilato y dejo salir una rafaga de vomito que finalmente me desplomo.