martes, noviembre 22, 2005

MADRE LUNA


- ¿Que haces, Anastassia?.
- Contemplo a la Madre Luna, cual serena yace en los cielos.
- ¿Que está haciendo ella?.
- Esta danzando en el firmamento. Libre como las hojas de los arboles en otoño, luminosa como el resplandor de las luciernagas en una noche de verano, majestuosa como las delicadas esmeraldas de los ojos de mi madre. Esta presentandose ante el mundo, como cual doncella vestida de blanco ante una corte real.
- Que hermosas son tus palabras, Anastassia. Ahora dime, ¿Que quieres hacer con ella?.
- Quiero recorrer su cuerpo desnudo, caminar sobre sus delicadas planicies, dibujar grandes extensiones de flores con mi lapiz y regarlas con mis lagrimas que caen por culpa de mis pecados.
- ¿Porque sigues llorando?, ¿No te da alegría ver a la Madre Luna cuidandote desde lo alto, a pesar de tus errores?.
- Si, y por eso lloro, porque sé que ella me viene a liberar de mi sufrimiento. Ha llegado a salvarme de las calamidades que he pasado por mi culpa. Ella quiere alejarme de este mundo, en el cual solo he sufrido desde mi nacimiento. Viene a protegerme y a cuidarme de todos, llevandome junto con ella, y por solo una cosa a cambio.
- ¿Que cosa es esa que te pidió?.
- Ella escuchó que me gustaría pintarla con mi lapiz. Dibujar sus planicies delicadamente y decorarla con númerosas figuras multiformes para darle un toque diferente ante la mirada de los hombres. Ella desea romper con los cientos de centurias que han pasado por sobre su superficie y que han carcomido la juventud que ostentaba hace milenios. Desea rejuvenecer gracias a mi talento, y eso es más que suficiente a cambio de ayudarme.
- Es tu gran oportunidad de salir de esto, Anastassia. La madre Luna entiende tu dolor y por eso te ofrece esta posibilidad.
- Antes de comenzar a trazar sobre tus tundras, querida Madre, te ofrezco con mi mano en alto la herramienta que utilizare para embellecer tus horizontes. Pido que bendigas con tu luminosidad y sabiduria milenaria, aquel lapiz dorado que contemplas desde tu trono y que estoy sosteniendo en alto. Dame el talento necesario para remarcar tus continentes y destacar tus oceanos con multiples colores. Dame por algun momento la genialidad de los grandes sabios y genios de la humanidad, quienes con su visión e inteligencia nos bañaron de conocimiento y permitieron nuestra evolución cultural durante siglos. Dame todo tu cariño y bondad, el cual permitirá que culmine con tus designios. Lo que me has pedido, para mi es la ley y con tu ayuda lo voy a cumplir.
- Veo como la Madre Luna, Anastassia, te responde desde arriba. Veo que la bendición que tanto esperabas ha llegado. Veo que ahora es tu momento.
- Si. Como tu lo dices. Es mi momento.... . Gracias por tu bendición, Madre Luna.

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